domingo, 6 de julio de 2014

Juegos Indie, semi-Indie y similares, revolución y nostalgia para gamers inconformes

Antes que nada debo revelarme como Gamer inconforme perpetuo. Soy de los que año con año criticaban las fallas, aunque minúsculas de los FIFA y los PES hasta que se me acabaron las ganas de seguir las sagas. No por hueva, aunque influyó, sino por falta de oponentes "dignos", entiéndase dignos no como aquellos lo suficientemente buenos para pegarte bailes fenomenales, de esos hay muchos on-line, sino de un nivel adecuado para mantener la diversión y el interés en el juego.

Siempre he criticado los FPS por su fórmula repetitiva y falta de novedad. Pero admiro sin duda el crecimiento de Doom a Goldeneye 64, Perfect Dark y el fenomenal brinco de Call of Duty 4, Modern Warfare y los adláteres y símiles que de ahí se han venido construyendo. Pero igual que con los simuladores de fútbol, me da la impresión que se ha caído en el exceso de reciclaje de fórmulas, con excepciones interesantes (como Half-Life) y ejercicios híbridos de éxito dudoso (Bioshock). Al final, nos encontramos esperando Call of Duty 9, denominado ahora ambiciosamente "Advanced Warfare" y retocado con la participación de Kevin Spacey, quien desde la construcción de su personaje en House of Cards ha gozado de una fama especial como ícono de los antihéroes de las entretelas del poder. También se asoma Destiny, experimento de quienes (se dice) son las verdaderas mentes maestras detrás de Halo, fenómeno que, me parece, se cuece aparte de los FPS terrícolas por definición.

Pero en el aluvión de refritos y reediciones cada vez más predecibles lo difícil es encontrar juegos "buenos", léase buenos aquellos que, al menos, merecen la pena jugarlos y volverlos a jugar, que incitan al descubrimiento y la imaginación, que recogen trabajos artísticos importantes y dignos de admirarse y, ante todo, que ofrecen un reto equilibrado para completarlos, pero que generan una satisfacción equivalente tras lograrlo. Estos juegos son realmente difíciles de encontrar y aún más complejo es saber cuando se esta ante ellos por lo complejo que resulta entender las críticas y valoraciones de las actuales páginas y empresas dedicadas a evaluar juegos. Así, encontrar un juego que tiene 9.5 de 10 en IGN o hasta 10, pero que en Gameinformer tiene 80 y así sucesivamente complica aún más la ya de por si compleja tarea de gastar el poco dinero que se tiene destinado a juegos de forma adecuada.

En esa tesitura, los juegos indie y semi-indie, o sea, independientes completamente o de diseño independiente pero producidos por grandes compañías han tomado un vuelo novedoso. Se presentan como una perspectiva fresca y por lo mismo refrescante, Child of Light, Soldats Inconnus: Memoires de la Grande Guerre, Super Meat Boy, Fez, Braid, Terraria y una lista no muy larga. Ofrecen grandes y valiosos ratos para divertirse, si alguien se toma la molestia de leer este blog de ideas inconexas y absurdas que empieza, los recomiendo ampliamente.

La semana entrante RTS de ayer y hoy, lo más decente para jugar y unas cuantas palabras sobre el mundial.

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